El miércoles 30 de setiembre se llevó adelante una nueva instancia del juicio de Los Vagones de Canelones, en el que los policías retirados Hugo Guillén de Santa Lucía, Winston Vitale de San Ramón y Alejandro Ferreira de Canelones están imputados por torturas llevadas adelante entre 1975 y 1976.
La denuncia fue realizada por Valeria Rubino, directora de la Secretaría de DDHH de la Intendencia de Canelones en ese momento, y surgió a partir de 16 testimonios recabados por la organización Ágora de Canelones, donde las personas denunciaron las torturas sufridas en el centro clandestino de detención de la ciudad de Canelones, conocido como Los Vagones.
El juicio es llevado adelante por el Dr. Pablo Chargonia del Observatorio Luz Ibarburu. En la instancia judicial, los abogados de los torturadores presentaron una recusación contra el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe y la fiscal adjunta Graciela Malvarez. El juez penal Dr. Luis Sobot dio lugar a la recusación, por lo que la fiscalía va a apelar y tiene que resolver un Tribunal de Apelaciones. Chargonia entiende que es insólita la recusación, ya que la ley establece que los fiscales no pueden ser recusados.
Compartimos palabras del Dr. Chargonia y de Ricardo Etcheverry, uno de los denunciantes.