Canelones, 28 de junio de 2013
Por este medio queremos llegar a vuestros hogares para explicar las medidas que hemos tomado por estas fechas, en particular las que hemos asumido responsablemente en estos días: la ocupación de los liceos. Somos conscientes de que existen voces que opinan acerca de nuestras acciones, señalando que perjudican al estudiantado, que los reclamos concretamente salariales no deberían acompañarse de las medidas que se implementan de forma generalizada en todo el país. Sin embargo creemos con firmeza en la justicia de nuestros planteos. Estamos absolutamente convencidos de que un cambio en la Educación Pública es urgente. Día a día vemos como se deteriora el nivel de lo que podemos enseñar y en las condiciones en que nos vemos obligados a hacerlo. De la mano de esto vemos también con preocupación las dificultades que cotidianamente enfrentan nuestros chiquilines para aprender.
De nuestro compromiso con la educación de nuestros estudiantes hablan nuestras acciones, no solo las de estos días, sino las que llevamos a cabo en el ejercicio de nuestra tarea siempre. Nuestro cuerpo docente se caracteriza año tras año por un trabajo serio y comprometido: más allá del salario que se nos paga estrictamente por las horas de clase que damos, estamos atentos a las realidades afectivas y cognitivas de los estudiantes, y siempre nos han visto dispuestos a organizar y a acompañar de forma completamente honoraria actividades extracurriculares; salidas didácticas recreativas, matinés, jornadas de integración, campamentos, festivales, competiciones, actividades culturales, etc., lo que demuestra que nuestra tarea docente no tiene lugar solamente dentro del aula.
Por otra parte los docentes de este país enfrentamos condiciones de trabajo totalmente inaceptables: como por ejemplo liceos en obra durante el dictado de cursos con los riesgos y molestias que todo esto conlleva. Si bien en nuestra localidad las condiciones edilicias han mejorado, continuamos enfrentándonos al gran problema de las clases superpobladas. Es imposible que una persona pueda atender a 37 estudiantes por grupo en forma adecuada, esto repercute directamente en los aprendizajes de nuestros estudiantes y por lo tanto en la calidad de la educación que brindamos.
Es importante aclarar que liceos de la zona tales como Juanicó, Cerrillos y Santa Lucía viven la misma situación agravada por el hecho de que aún no se han realizado mejoras edilicias, o están en obras, o las reformas realizadas han sido insuficientes.
Quienes nos acusan de perjudicar la educación al llevar a cabo los paros resueltos democrática y lícitamente parecen desconocer que las clases, en estas circunstancias, muchas veces son una pantomima; podemos “estar en la clase” y aun así no poder “tener clases”, y esto lo sabemos tanto los estudiantes y profesores, como las autoridades que nos rigen sin hacerse responsables de situaciones ajenas a nosotros.
En este contexto les pedimos considerar nuestro reclamo de un salario digno: somos conscientes de que no solo de esto dependen las buenas prácticas docentes, pero sabemos también que ni con toda nuestra vocación y compromiso podemos afrontar el desgaste y el cansancio físico y mental que implica el hecho de trabajar el doble o el triple de lo que se reconoce como la unidad docente. Por cada hora de clase un profesor trabaja otra hora en su casa planificando, estudiando y corrigiendo.
Además de esto un docente desarrolla su tarea en más de un centro educativo a fin de poder percibir lo suficiente para poder vivir dignamente como cualquier trabajador. Para poder llevar adelante mejores clases necesitamos pensar sobre nuestras prácticas, planificar adecuadamente, comprar libros para nuestra formación permanente, lo que se está convirtiendo en un lujo últimamente. Necesitamos también que nuestra salud no se resienta por el trabajo que hacemos.
Por eso insistimos: nuestras condiciones de trabajo repercuten directamente en lo que aprenden los estudiantes. Cuando reclamamos lo que es justo para nosotros, reclamamos no solo en beneficio propio, sino en defensa de la educación de los hijos de los trabajadores que son quienes se educan en la EDUCACIÓN PÚBLICA, razón suficiente para necesitar la comprensión y el apoyo de nuestra comunidad.
ADES CANELONES